Hace un tiempo tuve la suerte de cruzarme con María a través de un grupo común en las redes sociales donde compartíamos intereses. Uno de ellos nuestro amor por los animales, ella los adora, así que fue un gran descubrimiento como persona.
Desde entonces mantuvimos el contacto, hasta poder colaborar juntos en este proyecto tan enriquecedor y que tiene como base tan destacada el poder mejorar la salud de las personas, especialmente en lo que a la salud dental se refiere.
Hoy quiero presentarte a María para que conozcas más sobre ella, su gran bagaje profesional, pero especialmente la persona que hay detrás del ámbito laboral. Entenderás por qué estás en buenas manos si ella se encarga de cuidar de tu boca.
¿Cómo empezó todo?
Uno de los referentes principales de María ha sido y es su padre, Blas, un profesional muy querido. Médico estomatólogo, fue pionero en la puesta en práctica de los implantes en España. Se formó en EEUU y lo ha seguido haciendo durante todos estos años para ofrecer un servicio exquisito y de calidad a sus pacientes.
De manera inicial, María, se inclinó por las letras, hasta encontrar su sitio en la rama de ciencias, donde empezó a sentirse cómoda y motivada. Tras un primer paso por medicina, llegó Odontología. Le gustaba la estética, aunque posteriormente se empezó a formar en periodoncia, llevó a cabo un curso de Ortodoncia de Damon y arco recto, más tarde cursó un Máster de Ortodoncia y al finalizar se embarcó en el de Odontopediatría.
Se cruzó en su camino Ortholab, con los que trabaja habitualmente. Gracias a ellos conoció a Victor Marco y su filosofía LEO, algo que hizo que quedara cautivada por su profesión. Además, recuerda con especial cariño a Jesús Gómez, mentor de ortodoncia y amigo.
María es una persona inquieta, en constante aprendizaje, siempre preocupada por ofrecer a sus pacientes los tratamientos más novedosos y eficaces.
Tras estas formaciones, descubrió a Javier Plaza con la RNO, un tratamiento que también llevamos a cabo en nuestra clínica. Esa formación le ha supuesto abrir los ojos ante nuevas opciones en el campo de la odontología, una nueva dimensión en la que se trabaja de forma integral la odontología y con ello un eficaz cuidado y atención a sus pacientes.
Sigue motivada por aprender y llena de ilusión, por seguir creciendo en su profesión, por la que siente auténtica devoción.
¿Cómo le gustaría ser recordada? Según sus palabras, «como mi padre, trabajando de la mejor manera que sé e irme a la cama con la conciencia tranquila yendo por la calle con la cabeza alta».
¿Qué le apasiona a María?
Además de su profesión, por la que está muy interesada en la Odontología Mínimamente Invasiva y Preventiva. Adora a los niños y los animales, por lo que está especialmente involucrada en causas que potencien el bienestar animal y actividades solidarias relacionadas.
Siempre en constante aprendizaje, amante de los retos y centrada en conocer a sus pacientes para ofrecerles las soluciones más apropiadas para ellos.
Es una gran apasionada de la buena música, especialmente del rock. Su grupo favorito es El Reno Renardo, a los que no duda en ver en directo, siempre que sus compromisos laborales y personales se lo permiten.
El sentido del humor la cautiva, especialmente el referente a películas como las que dirige Sacha Barón Cohen o Leslie Nielsen, de esas en las que te ríes tanto que acabas reventada del esfuerzo, según sus propias palabras.
Disfruta con la lectura, es una friki de los parques temáticos y una persona muy familiar. A menudo lleva a cabo en familia actividades lúdicas y viajes que permiten que pueda dedicar tiempo a las personas que más adora, sus hijas, su marido y sus peludines.
No olvida tampoco el deporte y se defiende muy bien con el baile español, algo que practica de manera habitual. Los tatuajes son otro vicio inconfesable, le encantan y de hecho tiene algunos esculpidos en su piel.
María es una mente inquieta, una persona ávida de conocimiento y de fácil trato. Sensible, profesional y muy querida entre sus compañeros.
Según confiesa, considera que se parece mucho a su padre, al que admira muchísimo y seguir sus pasos le ha dado la oportunidad de pasar con él el tiempo que no lo tuvo de pequeña, realmente es una profesión muy exigente y requiere mucho tiempo si quieres estar al día, hacerlo bien y sacar la empresa adelante.
Ya conocéis un poquito más a esta gran persona y encomiable profesional. Si necesitáis que valore vuestra boca y os ayude a cuidar de vuestra salud dental, la encontraréis en Clinica Dental Gil en Cuenca.